Comparsa gaditana que se presenta bajo el nombre de Sólo se que no se nada. Una agrupación con que en el 2019 concursaron como La bella y la Bestia y que lleva letra de Borja Romero Castellón y música de este mismo y Raúl María Cabrera. Puesta en escena de unas chicas que representan a unas analfabetas que como su nombre indican, solo saben que no saben nada. Amantes del carnaval. El primero de los pasodobles a que este teatro tiene las puertas abiertas para todos los que quieran cantarle a Cádiz. Repasan a esos autores que han hecho historia sin ser de aquí. Rematan que a pesar de todo eso y el respeto, este compás es de los gaditanos. El segundo dedicado a Manolo Santander, en el nombre de su hija que es una de las componentes de esta comparsa. Rematan asegurando que él está hoy aquí porque no se va a perder a su niña cantando en el Falla. El primero de los cuplés a un estudio que han hecho del fondo del mar donde dicen que no se pueden chupar las cabezas de la gambas, aunque no han dicho nada de las almejas. El segundo a un aparatito que absorbe y que está de moda. Que nadie piense mal que lo se han comprado es una aspiradora. Termina su actuación con la interpretación del popurrí. Aunque le digan analfabetas la verdad es que son únicas en su especie. Hablan sin miedo de todos los que manejan los hilos de la organización de este carnaval. Los verdaderos protagonistas son las agrupaciones y los aficionados. En Cádiz se demuestra que los libros no dan la felicidad, ni tampoco para comer. Tienen dos amores, su madre y el teatro Falla. “Se marcha cantando la analfabeta, por la misma orillita de La Caleta”.
Llega el momento para una chirigota clásica y con componentes con muchas tablas en el concurso del Falla, La resistencia. Una agrupación con letra de Ramón Peñalver y Paco Cárdenas, y la música de José Antonio Segundo y José María Barranco. Se presentan, bajo la dirección de Manolín Gálvez, representando a esas personas que se pasan todo el día en la peña. Dicen que para salir en el concurso han tenido que llevar la propia peña hasta el mismo escenario del Falla. Invitan a disfrutar los compases chirigoteros del traratachín. El primero de los pasodobles a las ganas de volver a cantar en el Falla y a la ilusión con la que regresan estos chirigoteros de La Palma, sabiendo que no habrá Misericordia. El segundo a la fama de los gaditanos de ser homosexuales y que ahora se demuestras que aquí somos los que damos a toda España tres mil años de lecciones, de igualdad y tolerancia. Los cuplés sorprenden con una forma muy original, ya que lo cantan en dos partes, una de forma añeja y otra en plan moderno. El primero sobre sus atributos masculinos y el segundo a una obra que fueron a hacer a Madrid y se encontraron con Franco. Estribillo que arranca las risas del público. Terminan su actuación con el popurrí, donde comienzan contando las historias que les suceden en la peña donde pasan las horas del día. Ponen los ejemplos de por qué su peña es carnavalesca y cultural. Mezclan canciones de la infancia con música de carnaval. Cuarteta final donde se despiden resistiendo sintiendo el corazón de los bueno recuerdos de Cádiz, con la frase final de “en la orillita de La Caleta”, en homenaje a Manolito Santander.
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