Su majestad el tango desde las alturas
Abre la segunda sesión de la fase de clasificatorias del concurso de agrupaciones del Falla, el coro de Sanlúcar de Barrameda, La torre del reloj. El pasado año concursaron bajo el nombre de Un coro genial.
Se presentan sobre las tablas del teatro representando las distintas estatuas que suelen encontrarse en las azoteas de edificios eclesiásticos.
El primero de los tangos de presentación sobre su tipo, donde sentados en su torre ven pasar el tiempo de treinta siglos que lleva Cádiz, soñando que esta ciudad vuelva a ser lo que antaño fue.
El segundo, dedicado al corista Nadi Migueles que este año no se presenta con su coro al concurso de agrupaciones, al que animan a que vuelva.
En el primer cuplé le pide al jurado que les pase a cuartos para que uno que no ha podido salir, pueda hacerlo.
El segundo a la moda de grabarse quietos, como si uno fuera un maniquí, donde invitan a todo al teatro a quedarse inmóvil. Luces encendidas, el público participa y responde con sus aplausos.
Estribillo que terminan con la frase de Santa Rita, Rita, Rita…lo que se da, no se quita.
Terminan su actuación con la interpretación del popurrí. Un cántico al tiempo que no perdona y avanza sin detenerse por nada. Un tiempo que quisieran parar los días de alegría, para que todos los días fueran febrero. Hay que creer, para conseguirlo, porque Cádiz merece mucho más.
El público despide al coro sanluqueño con fuertes aplausos.