En busca del premio gordo
Abre la sesión de la fase de clasificatorias del concurso de agrupaciones del Falla, del miércoles 8 de febrero, el coro de Cádiz, Los que mueren por salir con el gordo. El pasado año concursaron con En el nombre del paddel, del pijo y del espíritu Franco, amén. Se presentan como unos niños del colegio de San Ildefonso, muy carnavalescos, en plena faena de dar los premios de la Lotería Nacional. “Para mí el mejor premio es cantarte en mi batea”.
El primero de los tangos un piropo a la ciudad de Cádiz haciendo un recorrido por sus rincones, como lo haría un extranjero que descubre en ella un tesoro para disfrutarlo para toda la vida.
El segundo a lo triste que es el domingo de piñata, el último día en que se suben a la batea para cantar sus tangos. El mejor consuelo es que “mañana empieza el año que viene”.
El primer cuplé al presidente de los coristas, Antonio Procopio, por el accidente que tuvo con la moto donde le pusieron novecientos puntos en la pierna, más puntos que todos los coros que ha sacado.
El segundo al traje de la Pedroche en fin de año, donde están deseando que llegue ya el dieciocho.
Estribillo donde aseguran que se sienten muy gaditanos porque trabajan dos veces al año, El Niño y Navidad.
Terminan su actuación con la interpretación del popurrí. Sale en escena el calvo del anuncio de la lotería. Hacen un homenaje a todas las loterías que existen, donde se acuerdan de los numeritos clandestinos de la Petróleo. Cuarteta a las marías que juegan al bingo en la playa. La orquesta puede cantar según las nuevas bases, ellos lo intentan, pero lo mejor, visto lo visto, es que solamente sigan tocando.
Un coro chirigotero que culmina una actuación que divierte al público, que lo despide con fuertes aplausos.