El prototipo de comparsista fue aceptado por los aficionados
La segunda agrupación de la noche fue la comparsa de Juan Fernández, que lleva este año un nombre muy en consonancia con lo que pretende el autor de letra y música: la perfección. Los componentes del grupo de copleros, que el pasado año se llevaron el tercer premio en su modalidad, se disfrazaron este año de una especie de monstruo que representa al prototipo del comparsista, realizado con parte de cuatro agrupaciones punteras, para cantar su repertorio de letras.
Tras la presentación, muy vistosa y jaleada y coreada por el público, llegaron los dos pasodobles. El primero de ellos llevaba una letra muy fuerte que hablaba, de nuevo, de las ausencias de este año de los hermanos Carapapas y Juan Carlos Aragón y la del segundo, otra letra fuerte, que de nuevo trataba sobre los problemas laborales que tiene el país. Una larguísima ovación del público remataba la primera tanda del repertorio.
Ésta dio paso a los dos cuplés. La letra del primero de ellos hablaba de los conciertos de Hannah Montana y la del segundo hablaba de su hijo que no quiere que se parezca al de Ortega Cano. El público, de nuevo, obsequió a la agrupación con muchos aplausos. Los copleros, sabedores que el público estaba con ellos, echaron fuera los nervios del principio y remataron su actuación con un popurrí bien construido y que gustó mucho a los aficionados.
El público despidió al grupo con una sonora ovación. La comparsa, antes de marcharse y cerrar el telón, devolvió los aplausos al público en reconocimiento al cariño con el que la había tratado. Una comparsa que aspira a llegar alto con el cantaor jerezano Ezequiel Benítez en sus filas.. El jurado tendrá en la madrugada del próximo domingo la última palabra.